En plena hambruna, los aviones con comida han vuelto a Gaza. Hay motivos para pensar que es una pésima idea
Publicado el 28/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
En plena polémica por la hambruna que sacude a la población de la Franja de Gaza, Israel ha decidido abrir la mano y garantizar "pausas humanitarias" y rutas seguras para facilitar el reparto de comida en la zona. Lo primero que hemos visto sin embargo es algo distinto: aviones lanzando comida desde el aire, una medida que reaviva una polémica que ya sonó con fuerza hace justo un año: ¿Funciona realmente el reparto aéreo? ¿Es una ayuda real o resulta contraproducente?
Algo sí está claro: las matemáticas indican que no es la forma más eficaz.
¿Qué ha pasado? Que tras días de polémica, marcados por la publicación de fotografías en las que se ven a niños palestinos famélicos y el endurecimiento de la postura de Alemania, Reino Unido y Francia, que reclaman el fin de la guerra (y la crisis humanitaria) en Gaza, Israel ha decidido mover ficha. El domingo su ejército anunció una serie de "pausas humanitarias" en varios puntos de la Franja durante diez horas diarias para "incrementar la ayuda que entra" en la región.

Pausas y rutas "seguras". Sobre el papel, el objetivo es facilitar la llegada de recursos para socorrer a la población de la Franja, que afronta una grave crisis de desnutrición denunciada entre otras organizaciones por la ONU. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sostienen que las "pausas humanitarias", sumadas a la creación de "rutas seguras", permitirá "mejorar la respuesta humanitaria".
La decisión llega sin embargo en un contexto muy concreto: en medio de una intensa polémica inetrnacional por la hambruna que padecen miles de familias de Gaza y las voces que acusan al Israel de ser la responsable de la crisis. El Ejecutivo de Netanyahu lo niega y sostiene que los corredores humanitarios "refutan la falsa afirmación" de una "hambruna intencional". En el polo opuesto, Hamas alega que Israel no busca atajar la crisis en la Franja, sino "blanquear su imagen".
Un dato: 470.000 personas. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU (WFP, por sus siglas en inglés) calcula que el 100% de la población de Gaza afronta "niveles agudos de inseguridad alimentaria" y precisa que hay 470.000 personas al bordo del "hambre catastrófica". "71.000 niños y más de 17.000 madres requerirán tratamiento urgente por desnutrición aguda", previenen desde el organismo.
El WPF no es el único que ha advertido de la gravísima crisis que atraviesa la Franja. El Ministerio de Sanidad de Gaza, bajo control de Hamas, calcula que desde el inicio de la ofensiva israelí, en 2023, han muerto 133 personas por desnutrición. Solo en lo que va de julio los fallecidos superan los 60.
¿Cuál es la situación? La WFP advierte que el hambre en la Franja "ha aumentado drásticamente" desde que en marzo se impidió la entrada de ayuda en la región, "revirtiendo los avances" logrado durante el breve alto el fuego de inicios de año. En mayo, recuerda, se reanudó el reparto "limitado", pero no ha servido para atajar la crisis. La ONU asegura que desde entonces solo ha podido entregar "pequeñas cantidades" a pesar de que tiene 116.000 t de comida "listas".
Hace justo dos meses la distribución de alimentos se activó de la mano de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una organización respaldada por Israel y EEUU que se puso en marcha entre el recelo de otras instituciones internacionales. El propio encargado de la coordinación de ayuda de Naciones Unidos, Tom Fletcher, llegó a tacharla de "parodia cínica", "un encubrimiento para mayor violencia y desplazamiento" de los palestinos dentro del territorio.
Mirando al cielo. En medio de la creciente polémica internacional por la hambruna de Gaza, Israel no solo ha anunciado "pausas tácticas" y "corredores humanitarios" para facilitar el reparto de ayuda en Gaza. También ha anunciado que conectará una planta desalinizadora a su red eléctrica y ha reanudado los lanzamiento de ayuda desde el aire, una escena que ya vimos en 2024.
El domingo de madrugada Israel realizó una operación dese tipo, con ayuda de aviones. Jordania y Emiratos Árabes Unidos se le sumaron a lo largo de las horas siguientes. Según Reuters, en total dejaron caer 25 toneladas de ayuda.
Una decisión polémica. Sin embargo el uso de aviones y lanzamientos aéreos difícilmente ayudarán a aplacar la polémica. Más bien al contrario. En 2024 una veintena de organizaciones humanitarias criticaron esa clase de entregas en Gaza (tanto las aéreas como marítimas) al considerar que "no son una alternativa" real a la vía más eficaz y que, en su opinión, debería ser prioritaria: la terrestre.
"Los Gobiernos no pueden esconderse detrás de los lanzamientos aéreos y los esfuerzos para abrir un corredor marítimo con el fin de crear la ilusión de que están haciendo lo suficiente para apoyar las necesidades de Gaza", alertaban en un comunicado las ONG, entre las que se incluían Amnistía Internacional u Oxfam.
¿Por qué los rechazan? El problema no es solo de imagen o que se usen los repartos aéreos como una forma de esquivar el foco real del problema. Las ONG cuestionan su utilidad real advierten de que la capacidad de los aviones es muy limitada. "Los lanzamientos aéreos no pueden proporcionar los volúmenes de asistencia que se pueden transportar por tierra", incidían el año pasado.
"Mientras que un convoy de cinco camiones tiene capacidad para transportar unas cien toneladas de asistencia vital, los lanzamientos aéreos recientes solo entregan unas pocas toneladas de ayuda cada uno", argumentan. La BBC ha echado cuentas y ha llegado a la conclusión de que, dada la situación en Gaza, harían falta 160 aviones para suministrar un volumen de comida que garantice que los gazatíes dispondrán de una comida al día. El Comando Central de EEUU calcula que en 2024 sus aviones de carga C-130 entregaron 12.650 comidas por avión y viaje.
"Extremadamente peligrosos". Hay otra razón por la que las ONG recelan de las entregas aéreas: la seguridad. "Los lanzamientos pueden ser extremadamente peligrosos para la vida de civiles que acuden en busca de ayuda. Se han reportado muertos por la caída libre de paquetes de ayuda en Gaza", advierten las ONG.
La BBC ha entrevistado a expertos que hablan de aplastamientos, cajas de ayuda que caen sobre tienda de campaña y hieren a sus inquilinos y peleas y riñas entre una población famélica y desesperada por llevarse a casa un poco de comida. "La gente se pelea por la ayuda. Hay heridos", anota Shaina Low, del Consejo Noruego para los Refugiados, quien advierte que incluso cuando los lanzamientos salen bien y las cajas caen en lugares seguros el reparto se convierte en un "caos".
¿Una solución complementaria? "La asistencia no se improvisa. Deben brindarla equipos profesionales, con experiencia en la organización de repartos y la prestación de servicios para salvar vidas. Las entregas de ayuda deben tener rostro humano. No solo para evaluar las necesidades de las personas afectadas, sino para devolver la esperanza y dignidad de una población traumatizada", subraya AI. "Si bien toda ayuda que llegue a Gaza es bienvenida, el transporte aéreo o por mar debe considerarse complementario al terrestre y no como un sustituto".
Imágenes | DFID - UK Department for International Development (Flickr) y U.S. Department of Defense Current Photos (Flickr)
utm_campaign=28_Jul_2025"> Carlos Prego .