En plena Guerra Fría, el Yugo tuvo el honor de convertirse en “el peor coche de la historia”. Amenaza con volver como eléctrico

Publicado el 10/05/2025 por Diario Tecnología
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En plena Guerra Fría, el Yugo tuvo el honor de convertirse en “el peor coche de la historia”. Amenaza con volver como eléctrico

Se fabricó durante casi treinta años y quienes lo recuerdan lo hacen con esa media sonrisa que solo te trae la nostalgia y el paternalismo propio de quien quiere a un hijo sabiendo que su hermano es bastante más listo. Volverá en 2027 en formato eléctrico y conservando algunas de sus señas de identidad.

Esperemos, por el bien de todos, que no conserve todas sus señas de identidad.

Hablamos del Yugo, un coche que se hizo famoso en la Yugoslavia soviética y que volverá a la vida en 2027 en formato puramente eléctrico. Al menos eso es lo que quiere el empresario serbio Aleksandar Bjelić.

Enhorabuena, ha creado el peor coche de la historia

Pequeño, sencillo, asequible... soviético. El Yugo fue uno de esos coches que pasó a la historia al otro lado del telón de acero por su propuesta para motorizar a las masas. Como el Lada Riva en Rusia o el Trabant en la Berlín y Alemania comunista, el Yugo formó parte de la historia de Yugoslavia durante los años 80.

De hecho el coche sobrevivió al propio país ya que el Yugo se mantuvo en producción hasta 2008. Su secreto residía en lo simple de la propuesta. Variante acortada del Fiat 128, el coche era un pequeño utilitario que se fabricaba en Serbia. Un tres puertas que lo fiaba todo a sentar a los pasajeros encima de cuatro ruedas y delante de un volante.

Su origen hay que buscarlo en Kragujevac, Serbia. Allí, Zastava Automobili ensamblaba automóviles que explotaban una licencia de Fiat. Es decir, lo mismo que estaba haciendo Seat antes de que pasara a manos de Volkswagen. Entre esos coches licenciados estaba el Fiat 128 que la compañía explotaba en Yugoslavia con el novedoso nombre de Zastava 128.

Bromas a parte, el coche fue todo un éxito que sumó 1,5 millones de unidades vendidas sumando sus diferentes carrocerías entre 1971 y 2008 cuando el coche dejó de venderse. En los años 80, Zastava decide que tiene que ofrecer una versión más económica y pone en el mercado el Zastava Yugo o Zastava Koral, una versión recortada derivada del Fiat 127.

El coche es un éxito en Europa del Este en parte por su icónica imagen. Tiene lógica teniendo en cuenta que el coche se parece al Volkswagen Golf. De hecho, si observamos las primeras generaciones de ambos, se parece mucho al Volkswagen Golf. Tanto como para afirmar que Giorgetto Giugiaro no debió darle muchas vueltas al concepto cuando le hicieron el encargo de buscarle una forma al Yugo.

Así, con la firma de Giugiaro y la promesa de poner en el mercado un coche de lo más sencillo el Zastava Yugo empezó a hacerse un nombre. Bajo su capó montaba un sencillo motor Fiat de 908 cc y 45 CV. Una potencia que dio al apellido al coche cuando se exportó fuera de Serbia como Yugo 45.

Más tarde llegaría una versión ligeramente más potente, de 1,1 litros y 55 CV. Incluso se llegó a poner en el mercado una opción de 1.3 litros y 65 CV. Como vemos, no parecía el coche que te comprarías para recorrer grandes kilometradas. Pese a todo, hay que entender la época y que, desde luego, ni Yugoslavia primero ni Serbia después debían invitar a hacer esas kilometradas.

Eso mismo fue lo que no debió entender Malcolm Bricklin, el empresario que en 1985 quiso introducir el Yugo en el mercado estadounidense. Repasemos, un coche pequeño, simplísimo y con un motor enano en una carretera de Estados Unidos. No parecía la mejor de las ideas.

Y no lo fue.

"Barato para comprar. Terrible para conducir". Con estas palabras definen en Hagerty de Reino Unido al Yugo Sana que en Estados Unidos se vendió como Yugo Florida. Y eso que era una versión por encima del mencionado Yugo 45. Un coche, el Sana, que montaba un motor más potente, en versiones de 1,4 y 1,6 litros para conseguir un mejor rendimiento en la carretera.

La versión inferior, ese Yugo 45 se vendió en Estados Unidos con el nombre de Yugo GV. Era, con diferencia, el coche más barato del mercado. Pero la calidad de rodadura era tan mala que fue considerado como el peor coche del mundo. Las críticas fueron tan malas que rápidamente se convirtió en una broma, hubiera sido un meme con ruedas si en aquel momento la palabra "meme" hubiera existido.

Casi de forma inmediata, el coche se hizo un hueco en los corazones de los aficionados. De hecho, puedes encontrar un libro escrito por Jason Vuic titulado exactamente así: Yugo. Auge y caída del peor coche de la historia. La fascinación era enorme por un coche que, sencillamente, contabilizaba averías por pares y ofreció unos resultados pobrísimos en las pruebas de seguridad. Tan mala fue la experiencia que fue el coche con peor nota de satisfacción de los clientes en el prestigioso J.D. Power en 1986.

Precisamente en J.D. Power explican que en los análisis de Consumer Reports se especificaba que "el coche se arrastraba hasta 100 km/h" y que en el mejor de los casos la velocidad punta alcanzaba 86 mph (unos 138 km/h). Pero esas críticas llegaron después de que muchos compradores ya se hubieran hecho con el coche.

Yugo 45 Vatrogasna Brigada Beograd 0 Un Yugo dándolo todo

Su precio era tan bajo que vendieron más de 1.000 unidades el primer día. Después, comenzó la pesadilla de los dueños. Las bujías colapsaban porque la gasolina de Estados Unidos no era la adecuada, la correa de distribución tenía que ser reparada a las 30.000 millas (unos 48.000 kilómetros). Poco a poco, el boca oreja se fue extendiendo y la demanda cayó en picado. Tan en picado que según el portal americano se llegaron a vender con ofertas de 2x1 pese a su bajo precio, con la idea del concesionario de quitárselos de encima cuanto antes.

El desempeño fue tan malo que en 1992 quebró la filial americana de la empresa. Con todo, el coche continuó su desempeño en Serbia. La compañía llegó a funcionar hasta 2008 cuando quebró definitivamente...

Eso si no la rescata antes Aleksandar Bjelić. Este profesor de universidad presentó el pasado mes de febrero el primer adelanto de la nueva Yugo, compañía que quiere rescatar con un coche eléctrico utilitario que mantengan los pocos atributos buenos del modelo ya extinto: su bajo precio.

Ahora, Bjelić nos ha mostrado que ya tiene entre manos una maqueta con la imagen final del proyecto y afirma que si todos los planes siguen adelante se podrá poner en la calle en 2027. Para entonces aspira a tener un coche muy sencillo, con unas formas que recuerdan poderosamente al vehículo original y que pretende pelear con coches como el Dacia Spring.

No tenemos claro si es un anuncio o una amenaza.

Foto | Vikiçizer, Srđan Popović y New Yugo

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