En Elche un macroproyecto solar amenaza a un paraje protegido. Es solo la punta del iceberg de un problema en toda España
Publicado el 04/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
España avanza en su transición energética, pero no sin conflictos. En Galicia, por ejemplo, la expansión de parques eólicos ha generado un creciente rechazo social por su impacto en el paisaje. Algo similar ocurre en el Maestrazgo, donde comunidades locales denuncian la implantación de renovables sin planificación ni consenso. Ahora, el conflicto se traslada al sur de la provincia de Alicante.
Las voces de la protesta. El grupo ecologista Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) ha vuelto a recurrir la autorización de Lucinala, un macroproyecto de energía solar según han detallado en su nota de prensa. La autorización fue concedida por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, pese que el colectivo presentó alegaciones y un primer recurso el años pasado, aún sin respuesta. Aunque el proyecto ha sido reformulado y su superficie reducida, los ecologistas lo siguen viendo como una amenaza directa para los valores naturales y agrícolas del entorno del Clot de Galvany.
Cronología del proyecto. Lucinala, una planta solar de más de 62 MW de potencia y 120 hectáreas de superficie, ha recibido ya dos autorizaciones administrativas en apenas 15 meses. A pesar de los informes desfavorables emitidos por entidades como el Ayuntamiento de Alicante o la Unidad de Carreteras, el Gobierno central dio luz verde al proyecto en enero y abril de 2024, según ha explicado El Información.
El medio local sigue detallando que el promotor ha introducido modificaciones en respuesta a estas objeciones institucionales, como el soterramiento de líneas de evacuación, la eliminación de una subestación intermedia o el desplazamiento del trazado eléctrico. Estas medidas permitieron que el proyecto sorteara las principales trabas legales. Sin embargo, no han logrado disipar la oposición social ni ecológica al proyecto.
Una zona protegida. En la provincia de Alicante existen una veintena de parajes protegidos, no tantos como en otras zonas de España. Por ese motivo, resulta especialmente sensible la ubicación de la planta Lucinala en un área crítica desde el punto de vista ambiental: la cuenca paisajística del Clot de Galvany. Ese humedal, situado en el término municipal de Elche, cuenta con diversas figuras de protección, tanto autonómicas como europeas.
El colectivo ecologistas en su nota de prensa ha denunciado que el conjunto de once plantas solares previstas ocuparían más de 190 hectáreas, una cifra que supera en 10 hectáreas la superficie total del propio humedal. Además, han añadido que se verían afectadas 60 hectáreas de suelo agrícola de alta calidad, 31 hectáreas de suelo forestal y 25 hectáreas de zonas con riesgo de inundación. Y se comprometería la conexión ecológica del Clot con la Serra del Porquet, al norte, lo que fragmentaría hábitats clave para la fauna local.
Esto puede traer cola. Más allá del caso concreto, AHSA, junto a más de 150 organizaciones integradas en la plataforma MACROrenovablesNO, han denunciadouna "burbuja" especulativa impulsada por las subvenciones europeas Next Generation. Por su parte, AHSA ha advertido de que los proyectos de renovables en tramitación en España suman ya 144 GW de potencia, muy por encima de los 89 GW previstos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030. Aun así, los últimos informes de Red Eléctrica de España (REE) han indicado que, a finales de 2024, la potencia renovable instalada alcanzaba los 85,1 GW, muy cerca del objetivo marcado.
Reabriendo el debate. Cierto es que desde el grupo ecologista insisten en que abandonar los combustibles fósiles es urgente, pero advierten de que una transición mal planificada puede reproducir viejos errores: concentración del poder energético, pérdida de soberanía territorial y falsas promesas de sostenibilidad. En su lugar, apuestan por una transición justa, descentralizada y sensible al territorio. En ese cruce de caminos, la pregunta sigue en el aire: cómo avanzar hacia una energía limpia sin dejar atrás el territorio, la biodiversidad y a quienes lo habitan.
Imagen | PxHere y Ferran Pestaña
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