El yuan digital está consiguiendo algo más que ser una alternativa al dólar. Está creando un sistema paralelo

Publicado el 13/06/2025 por Diario Tecnología
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El yuan digital está consiguiendo algo más que ser una alternativa al dólar. Está creando un sistema paralelo

China ha ganado el pulso de las tierras raras a Estados Unidos otorgando licencias limitadas. Trump lo ha celebrado como una victoria diplomática y su país se felicita por asegurarse el suministro de materias primas críticas.

Mientras tanto, China está usando estas concesiones como pantalla para su estrategia: consolidar un sistema financiero paralelo que puede romper la hegemonía del dólar estadounidense, especialmente en tres regiones clave.

Por qué es importante. Los números dicen lo que las negociaciones no: China está manteniendo artificialmente fuerte el yuan frente al dólar (1 dólar = 7,19 yuanes hoy) mediante intervenciones discretas del banco central. Mientras, su comercio con África está en máximos históricos: 295.600 millones de dólares en 2024.

Y al mismo tiempo, está desplegando la infraestructura del yuan digital en 16 países de Asia y Oriente Medio. Pura geoestrategia.

Cambio Dolar Yuan

El contexto. Las tierras raras son el señuelo. China domina el 85% de la cadena de estos minerales, fundamentales en tecnología y defensa. Cada negociación sobre ellos genera titulares y preocupaciones, pero su gran apuesta está en los sistemas de pago.

Estados Unidos está enfocada en aranceles y balanzas comerciales. Mientras, China está construyendo los rieles financieros para que su moneda circule por el mundo sin dólares de por medio.

Los hechos. China ya conectó su sistemas de pagos transfronterizos CIPS con 170 bancos en 119 países. El yuan digital procesa transacciones por más de 7 billones de yuanes anuales y se expande por Asia-Pacífico y Oriente Medio.

África, cuyo crecimiento comercial con China llegó al 5% en 2024, parece el siguiente gran objetivo. Más que cifras aisladas es un ecosistema financiero que permite comerciar sin pasar por el sistema dominado por el dólar.

Qué está pasando. La estrategia china sigue la máxima de Deng Xiaoping: "ocultar el brillo, nutrir la oscuridad". Evita la confrontación directa, pero construye alternativas robustas.

Cada paso es un ladrillo en otra arquitectura financiera paralela.

Entre líneas. Las concesiones en tierras raras están calculadas. China consigue un doble beneficio:

  1. Suaviza las tensiones comerciales que podrían provocar represalias prematuras contra su infraestructura financiera.
  2. Proyecta una imagen de socio confiable hacia países que busquen alternativas al sistema dominado por el dólar.

Cada crisis geopolítica que erosiona aunque sea un poco la confianza en el dólar –sanciones, amenazas de defaultacelera la búsqueda de opciones.

Y ahí es donde China se presenta como la respuesta.

Sí, pero. El dólar sigue teniendo ventajas estructurales demasiado grandes como para obviarlas de buenas a primeras:

El yuan solo alcanza a día de hoy el 4% de los pagos mundiales y tiene limitaciones como los controles de capital chinos. Esta transformación está en marcha, pero no ocurrirá de la noche a la mañana.

La amenaza. Por tanto, el riesgo para Estados Unidos no es una sustitución abrupta, sino una erosión gradual. Si en unos lustros el 20% o el 30% del comercio mundial ha migrado a sistemas alternativos, el país perdería un privilegio decisivo: poder financiarse "barato" y ejercer poder geopolítico mediante sanciones.

Un mundo con un doble circuito financiero (el occidental con el dólar, el sino-céntrico con el yuan) reduciría la capacidad estadounidense de aislar a sus adversarios.

El punto de inflexión. China está haciendo algo que lleva en su ADN: reemplazar sin confrontar. Usa las negociaciones de tierras raras para proyectar cooperación, pero al mismo tiempo consolida la infraestructura que puede cambiar el mapa monetario del mundo.

Es algo también muy chino: una estrategia de décadas. Preparar el terreno para que cuando el dólar pierde credibilidad, el yuan esté listo para ganar espacio. Paciencia mandarín para dibujar el futuro financiero de medio planeta.

Imagen destacada | Eric Prouzet y Nuno Alberto en Unsplash

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