El verano demuestra que se puede sacar adelante el trabajo con más flexibilidad. Ejemplos de horarios estivales que lo prueban
Publicado el 12/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
La pandemia por la Covid-19 nos enseño a todos nuevas formas de vivir y, sobre todo, de trabajar. Sin que muchas empresas se lo hubiesen planteado nunca antes, la gente tuvo que pasar a teletrabajar de manera masiva, de un día para otro. Y, además, demostraron que este modelo de trabajo en remoto y con más flexibilidad sí que funciona. La productividad se mantuvo. Incluso muchas empresas registraron remarcables crecimientos en la temporada de confinamiento y distanciamiento social.
De todos modos, las empresas se están empeñando en meter a la fuerza a la gente a las oficinas, lo que está causando mucho descontento. Incluso en Francia se han ido sucediendo huelgas y muchos trabajadores han decidido dejar sus empleos.
Ahora que ha llegado el verano, podemos ver que muchas son las empresas que prueban horarios alternativos a las 8 horas diarias de lunes a viernes, de 9 a 5... y que además les funciona. Aunque nada más que acabe la etapa estival vuelvan a los horarios de siempre e incluso muchas se niegan a implementar en España la jornada laboral de 37,5 horas semanales.
Hay alternativas para la flexibilidad
Los jefes que no se atreven a probar una jornada laboral de cuatro días o una reducción de jornada de sopetón, pero quieren experimentar con una mayor flexibilidad, siempre pueden mirar diferentes alternativas que se hacen muy comunes en verano.
Por un lado, los viernes de verano tradicionales, pueden ayudar a muchas empresas a ver si este nuevo modelo de trabajo puede ayudar a largo plazo (muchos experimentos muestran a trabajadores más motivados y, por tanto, productivos).
Otra alternativa existente que parece que sí tiene o puede tener más popularidad entre las empresas españolas es usar el modelo de trabajo híbrido para permitir que la plantilla se quede los viernes en casa y realice sus tareas sin desplazarse a la oficina.
Cabe decir que hay algunos expertos que dicen que llevar a cabo esta jornada solamente unos meses resulta contraproducente. Más que nada porque es en verano cuando tenemos más horas de luz y, por tanto, más tiempo cada día para acceder a nuestra dosis necesaria de vitamina D, algo más complicado en invierno y más aún si pasamos todas las horas de luz encerrados en una oficina.
Qué es la jornada de verano
Hay empresas en España, como puede ser Gamesa que pasan de tener una jornada partida de 8,5h de lunes a jueves y 6 el viernes y que arranca con flexibilidad entre las 7:30 y las 9 de mañana. Cuando llega el verano todo cambia para tener las tardes libres: trabajan siete horas en horario continuo, como muestra el convenio, lo que deja muchas horas para disfrutar del odio o dedicarse a la familia, a la casa o a uno mismo.
Aunque muchas empresas lo hacen en España, cabe decir que la empresa no tiene la obligación de implementar la jornada intensiva a menos que esté establecida en el convenio. El artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores es el encargado de recoger la regulación sobre la jornada de trabajo. Pero no menciona la jornada intensiva en verano.
Son los convenios colectivos los encargados de regular esta materia, concretando los meses de aplicación y sus particularidades. La duración de esta dependerá de cada caso: algunos establecen que será de 1 de junio al 30 de septiembre, otros de 15 de junio al 15 de septiembre, otros solo los meses de julio y agosto, otros solo agosto, etc.
Qué beneficios tiene la flexibilidad laboral de verano
"La jornada continua es muy valorada por los trabajadores y es un factor diferencial para atraer talento, permitir la conciliación, ahorrar gastos, mejorar la productividad y ayudar a las personas a que crezcan en el plano personal, cosa que en una jornada extendida es más improbable por falta de tiempo y energía", explican los expertos en gestión de la empresa ErreEse, conformada por consultores que asesoran a empresas a obtener mejores resultados y ser más sostenibles.
Sage recuerda que, además, con las temperaturas actuales, lograr eficiencia en los trabajadores es muy complicado. O insostenible por el aire acondicionado que hay que meter durante largas horas: "Imaginemos el panorama: un lunes de agosto, rozando o sobrepasando los 40 grados a las 17:00 horas y sentado en la oficina… En esta situación, cualquiera es de todo menos productivo", explican.
La empresa que ofrece soluciones de para sistemas integrados de contabilidad, nóminas y pagos, explica que la jornada intensiva de verano ayuda a la conciliación de la vida personal y laboral. Al tener las tardes libres, se puede disfrutar haciendo planes con los hijos o aprovechar para recargar las pilas. Además, produce un ahorro para ambas partes: "os trabajadores dedicarán un menor tiempo de desplazamiento al diluirse la hora punta y la empresa podrá ahorrar en consumo de aire acondicionado, luz, etc".
Además la empresa ha observado, como ya han demostrado muchos estudios, que un trabajador que dispone de más tiempo libre está más descansado y la consecuencia lógica es una repercusión positiva sobre su salud, por lo que hay menos absentismo. Y esta firma también corrobora lo que muchos estudios han demostrado: trabajar más horas no es sinónimo de obtención de mejores resultados, ya que una jornada excesivamente larga produce estrés y saturación para el equipo lo que acaba siendo negativo para la productividad.
Imagen | Foto de Raphaël Biscaldi en Unsplash
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