Cronos: The New Dawn no solo es cojonudo, sino que es el Resident Evil más anticomunista que he jugado

Publicado el 28/07/2025 por Diario Tecnología
Artículo original

Cronos: The New Dawn no solo es cojonudo, sino que es el Resident Evil más anticomunista que he jugado

Mientras Capcom se encuentra cocinando la novena entrega de la saga Resident Evil, Bloober Team parece que le ha cogido el gusto a trabajarse unos buenos survival horror. La desarrolladora polaca ya sorprendió con el remake de Silent Hill 2, tiene en el horno hacer lo propio con el original y el siguiente turno en la cola de espera es para Cronos: The New Dawn.

Hemos podido acudir hasta Cracovia para poder disfrutar en primera persona de un puñado de horas de la aventura que mezcla un mundo lúgubre junto a tecnología retrofuturista con el brutalismo de Europa del Este. Estos dos últimos detalles no son meros adornos para un contexto terrorífico, sino que realmente desde Bloober Team han querido aunar ambos conceptos para que casen de una forma maravillosa.

¿Qué diantres está pasando?

Si eres amigo de los Resident Evil con cámara al hombro o del bueno de Isaac Clarke cepillándose necromorfos en la USG Ishimura, te vas a sentir como en casa con Cronos: The New Dawn. Todo arranca dentro de una esfera en la que se encuentra la viajera, una agente del enigmático Colectivo, cuyo objetivo es el de explorar el futuro para encontrar portales temporales que le permitan transportarse a la Polonia de los ochenta.

Mientras, estamos sumidos en mitad del Cambio, un evento de carácter apocalíptico que arrasó por completo con cualquier vestigio de la humanidad. Los edificios, estructuras y el paisaje urbano que recorremos están completamente arrasado como si una guerra hubiese pasado por encima de las ciudades. Por si fuera poco, una extraña fuerza mantiene bloques de hormigón flotando en el aire y lo que es peor: unas peligrosas abominaciones acechan a la vuelta de la esquina para lanzarse a nuestro cuello.

Así pues, tras una serie de preguntas y respuestas realizadas por la IA que gobierna la esfera, toca salir al mundo exterior. En las horas que he podido disfrutar de Cronos: The New Dawn he sentido un aura de misterio que nunca ha terminado de disiparse por completo, partiendo desde la misma protagonista. Su voz, su personalidad y su escaso vocabulario, junto al hecho de encontrar una réplica numerada de ella misma, da a entender que no somos exactamente seres humanos.

Una suerte de herramienta que utiliza el Colectivo para adentrarse en terrenos muy pantanosos con el fin de recuperar almas de los vivos, aunque el propósito también está cubierto por una neblina densa. Sea cual sea su origen, lo cierto es que está preparada para ser una máquina de matar y recorrer escenarios pistola en mano, administrando el inventario y resolviendo pequeños rompecabezas.

La fórmula que tan bien le funcionó al remake de Resident Evil 2 se encuentra muy presente en Cronos: The New Dawn, jugando siempre con ese ciclo de recolección de recursos y enfrentamientos contra criaturas abonimables, aunque con el matiz de que no nos detenemos en un mapa concreto. A pesar de que el diseño de niveles llega a ser muy vertical, pudiendo utilizar ascensores para acceder a diferentes pisos, lo cierto es que la proyección de avance es muy lineal. Eso sí, con el matiz de que circunstancialmente podemos recurrir a un aparato que permite alterar anomalías temporales, lo cual permite reconstruir un puente que antaño estaba en perfectas condiciones o ascender hasta un nivel superior cuando el pavimento se restaura.

Comenzamos en una escuela, pero pasamos por todo tipo de negocios en muy poco tiempo, realizando una progresión inexorable hasta el objetivo final. Como si de los necromorfos de Dead Space se tratase, el mal que ha infectado a los seres humanos se extiende por los interiores intentando atrapar a un nuevo incauto. Y en mitad de la tensión que se genera, cuando estás apuntando la linterna a cualquier rincón sin luz, salta la sorpresa.

Un ser de pesadilla surge y ataca sin piedad, por lo que toca disparar sin compasión, ya sea a la cabeza o a las extremidades. Aunque es posible utilizar un puñetazo o pisotón, los ataques físicos son realmente inútiles contra las criaturas que no paran de perseguirte. Además, hay que sumar el hecho de que los cadáveres pueden ser aprovechados por sus congéneres para potenciar sus virtudes y venir a por nosotros cargados con más fuerza. Para evitar este contratiempo, es imprescindible utilizar una llamarada para quemar los cuerpos y asegurarse de que no te la jueguen otra vez.

Cronos The New Dawn

El horror se palpa y se vislumbra

Cuando menciono en el titular que Cronos: The New Dawn es un Resident Evil anticomunista no es por llamar la atención. Previo a la partida al videojuego, desde Bloober Team nos permitieron realizar un recorrido por las instalaciones principales de la refinería de Nowa Huta, una ciudad construida durante la época de la Unión Soviética. Nuestro guía dejó claro en más de una ocasión que el saber hacer y el liderazgo de los dirigentes de la época eran paupérrimos, conduciendo a la población a un contexto de pobreza.

Evidentemente, no hace falta acudir hasta Cracovia para enterarse de esta lección de historia, pues la desarrolladora polaca ha querido dejar muy clara la ineptitud de los gobernantes. A lo largo del título hay los suficientes documentos escritos y sonoros como para captar el mensaje que deja por los suelos a una de las mayores potencias mundiales que hayan existido. Los testimonios de aquellos que fueron testigos de los últimos días de la humanidad evidencian cómo la Unión Soviética intentaba tapar la realidad de lo que estaba sucediendo, así como glorificar constantemente las virtudes de resiliencia de su población.

Posiblemente nada hubiese impedido que las personas hubiesen resistido al virus que lo asoló todo, pero quizás hubiesen tenido una oportunidad con toda la información encima de la mesa. Con lo que no puedes contar con todo a la vez es con cada uno de los objetos que te encuentras por el camino, pues la Segadora (pistola) y el Martillo (escopeta recortada) ya ocupan espacios en el inventario, así como sus propias municiones. Por suerte, al igual que con Leon o Claire, es posible acudir a salas especiales en las que ninguna amenaza puede penetrar y allí es momento de organizarse.

Existen máquinas para guardar la partida, baúles para almacenar aquello que nos sobre e incluso un aparato que permite potenciar nuestras habilidades. Mejoras para el traje o las armas están a nuestra disposición, las cuales se pueden obtener con núcleos y energía, un recurso que funciona como una suerte de moneda para la tienda que también es accesible. Hace falta acudir con frecuencia a estos puntos, pues el backtracking parece que estará a la orden del día y no es plato de buen gusto cargar con unas tenazas.

No tuve tiempo para volver sobre mis pasos, pero conseguir la herramienta se convirtió en un objetivo muy jugoso, pues dejé atrás muchísimas puertas envueltas en cadenas. Está claro que regresar a ellas permite alguna recompensa, aunque tan solo una partida completa a lo largo de las 16 horas de duración que nos prometieron en Bloober Team me permitirán descubrir si el riesgo vale la pena.

Y no es tan sencillo regresar a cientos de metros hacia atrás, a pesar de la brújula que nos guía. Nuevos enemigos aparecen por el camino, incluso estando algunos de ellos basados en el veneno o surgiendo protuberancias por los pasillos que explotan en cuanto nos acercamos. Si estás acostumbrado al terror, no te llevarás ningún gran susto, sino que realmente lo que pretende Cronos: The New Dawn es dibujar una atmósfera tenebrosa para mantener la tensión. El problema es cuando la eleva en el momento en el que surgen varios enemigos en pantalla.

Es difícil lidiar contra un grupo demasiado animado, pero no tanto porque te sobrepasen en número, sino por el hecho de que la viajera es muy lenta al intentar realizar giros rápidos. Tarda más de lo que te gustaría en comenzar a correr, por lo que es posible que, a pesar de que realices el movimiento correcto para evitar una embestida, te la lleves en la frente de todas formas. Alguna forma de esquive no le habría sentado nada mal al gameplay, sobre todo sabiendo que existen jefes finales.

No son excesivamente duros, pero implican correr constantemente, darse la vuelta para apuntar a sus puntos débiles y repetir la rutina. Medir mal los tiempos puede resultar más catastrófico de lo necesario, a lo que hay que sumar que Cronos: The New Dawn es muy, pero que muy oscuro. No es que estés vendido sin una linterna que siempre está encendida, pero desde luego que se echa en falta un ambiente algo más iluminado o que juegue más con los patrones de luces.

Todavía me falta por descubrir cómo es el mundo del que proviene la viajera, qué hay debajo de su escafandra, qué fue lo que provocó el surgimiento de esta infección y por qué la banda sonora es tan rematadamente buena. La versión final aguarda para algún momento de este otoño de 2025 y, si luce tan bien como las horas que probado, Cronos: The New Dawn se convierte en parada obligatoria para los amantes del survival horror.

En VidaExtra | Todo sobre Resident Evil 9: Requiem, el siniestro retorno a la apocalíptica Raccoon City

En VidaExtra | ¿Qué pasó con la película de Resident Evil dirigida por George A. Romero?

utm_campaign=28_Jul_2025"> Juan Sanmartín .