Beber un vaso de agua antes de comer es uno de los "trucos" más comunes para adelgazar. La ciencia tiene algo que decir
Publicado el 15/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Con el verano a la vuelta de la esquina, muchas personas buscan perder peso de forma rápida. Lo hemos visto con retos como Skinnytok, shots de vinagre o céspes licuado. En medio de tantas “soluciones milagrosas”, hay un consejo que destaca por su sencillez: beber un vaso de agua antes de cada comida. Suena muy fácil, ¿pero es otro mito détox o hay algo de cierto?
Un vaso de agua. A simple vista, parece una premisa bastante sencilla. Beber agua antes de comer puede “favorecer la saciedad” y ayudar a comer forma más consciente, según han explicado los medios como Telva o Vogue. En teoría, al ocupar espacio en el estómago, el agua reduciría la sensación de hambre. Pero como ha advertido el Dr. Robert H. Shmerling, de la Facultad de Medicina de Harvard, en un artículo para Harvard Health Publishing, “la fisiología humana rara vez sigue reglas tan simples”.
La ciencia detrás. El Dr. Shmerling ha evidenciado que era una premisa “demasiado bonita para ser verdad”. En su artículo ha detallado que aunque beber agua antes de las comidas puede generar una sensación leve de plenitud —al activar los mecanorreceptores del estómago—, el efecto es limitado y pasajero.
De hecho, como ha seguido argumentando, algunos estudios apoyan la idea en personas mayores, incluso hay evidencia que sugiere que, dentro de una dieta hipocalórica, quienes beben agua antes de las comidas pueden perder más peso en 12 semanas que quienes no lo hacen. Sin embargo, hay un matiz a tener en cuenta y es que no existe una evidencia robusta de efectos a largo plazo ni en grandes poblaciones. Y otras teorías asociadas —como que el agua fría quema calorías por termogénesis— se han desmentido en estudios recientes.
Donde hay consenso. El punto no está en tanto beber agua extra, sino en lo que se deja de tomar. Cambiar refrescos, bebidas energéticas o alcohol por agua puede tener un efecto real en la pérdida de peso. Según Mayo Clinic, ese simple gesto reduce el consumo total de calorías sin esfuerzo consciente. Además, mantenerse bien hidratado mejora el rendimiento físico, la resistencia al ejercicio y la recuperación. No porque el agua “adelgace”, sino porque ayuda a sostener un estilo de vida más activo y saludable.
La cultura del atajo. La popularidad de trucos como este responde también a una necesidad social: encontrar soluciones rápidas, simples y sin esfuerzo a un problema complejo como el control del peso. En una sociedad obsesionada con la delgadez —especialmente entre mujeres jóvenes— proliferan los llamados life hacks que prometen resultados inmediatos. Como ya explicó para Xataka la psicóloga especializada en TCA, Sara Bolo, lo preocupante es que muchas de estos consejos terminan en conductas aparentemente “saludables”, pero esconden trastornos de la conducta alimentaria.
Es simplemente agua. En un contexto donde abundan los "trucos rápidos", conviene recordar que, como ha resumido el Dr. Shmerling: "Si crees que te funciona, no hay daño. Solo recuerda que ningún vaso de agua sustituye una alimentación equilibrada".
Imagen | Unsplash
utm_campaign=15_Jun_2025"> Alba Otero .