Los helicópteros Pegasus de la DGT no te pueden multar, una "buena" noticia que esconde una pésima gestión de lo público
Publicado el 11/09/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Desde el pasado 1 de septiembre, los nueve helicópteros Pegasus de la Dirección General de Tráfico (DGT) están parados en tierra. Y la causa no es un problema técnico puntual, sino algo mucho más llamativo y preocupante: la falta de contrato para su mantenimiento.
Helicópteros inmovilizados por un vacío administrativo
Los Pegasus llevan más de una década vigilando las carreteras españolas desde el aire. Son esos helicópteros de color azul y amarillo equipados con cámaras y radares de alta precisión, que no solo detectan excesos de velocidad; también adelantamientos indebidos, distracciones al volante y controlan el uso del cinturón. La DGT subcontrata tanto el mantenimiento de los helicópteros como la contratación de los pilotos. Sin embargo, desde el inicio de septiembre los helicópteros no pueden despegar. El anterior contrato venció el 31 de agosto y la licitación para renovarlo ha quedado desierta, lo que ha dejado a los Pegasus completamente inoperativos. La licitación, de unos 40 millones de euros durante 4 años, ha quedado desierta
Según la versión oficial, la vigilancia está "garantizada"
Los sindicatos tildan la situación de "dislate" y critican que la DGT pretenda "privatizar la seguridad en la carretera", centralizando en un único contrato multimillonario toda la operativa de los Pegasus. Pero desde la Dirección General Tráfico insisten en que la seguridad en las carreteras está "garantizada" gracias a otros medios como los radares fijos y móviles, las patrullas de la Guardia Civil y las diferentes campañas de control. Que los Pegasus no puedan despegar es un ejemplo más de la decadencia de los servicios públicos y la falta de planificación Y aunque más de un conductor se alegrará por esta circunstancia, lo cierto es que la inmovilización de los Pegasus es un ejemplo más de la decadencia de los servicios públicos, gestión ineficiente y falta de planificación. Un recurso público que, nos guste más o menos, no debería estar inutilizado por culpa de la burocracia y la falta de previsión. Esta vez la víctima es el servicio de vigilancia con helicópteros, pero la próxima vez le puede tocar a cualquier otra cosa de lo público.