La FIA se reunirá este mes con los proveedores para hablar del regreso de los motores V8 a la Fórmula 1
Publicado el 04/09/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Ni siquiera ha debutado la generación de unidades de potencia con especificación 2026 y la FIA está buscando alternativas para su reemplazo, previamente se trató el tema del retorno de los V10 utilizando combustible sintético el pasado mes de abril, situación que no ha caído nada bien en los predios de algunos proveedores que están apostando con mucha fuerza por el componente eléctrico. Desechada momentáneamente la propuesta de los V10, ahora tanto la FIA como la Fórmula 1 han notificado a los fabricantes que el próximo 11 de septiembre se reunirán en Londres para hablar sobre la posibilidad de regresar a motores V8 más simples y económicos cuando culmine el ciclo de las unidades de potencia.
Sería entonces otra ronda de conversaciones y debates cuyo rumbo es lograr una categoría más económica. Sin embargo, la investigación y desarrollo de las nuevas unidades de potencia con reparto del 50% de entrega de energía ha significado una cuantiosa inversión que requiere de cierto tiempo para ser rentable. Se entiende que su complejidad es mayor que la actual generación, por ello se presenta la preocupación de la dirección a la que apunta la Fórmula 1 cuando justamente se eliminó a los V8 por motores híbridos y ahora se pretende volver al pasado con el argumento de que se requieren monoplazas más sencillos y económicos para tener campeonatos más reñidos. Y es que las dimensiones de los actuales coches no permiten adelantamientos, de allí también la idea de un motor más sencillo.
Según Mohammed Ben Sulayem. presidente de la FIA y principal promotor de la propuesta, un avanzado motor V8 de 2.4 litros con turbo y combustible sintético, inclusive con un KERS, sería un gran paso para tener una Fórmula 1 más interesante. Considera que una buena fecha para la introducción de esta nueva fórmula sería para 2029m sin embargo, sus aspiraciones han recibido en reiteradas ocasiones la negativa de los proveedores porque una vigencia de tres años para un reglamento de motores es absurdo, además en la idea que se sugiere no serían los propulsores los grandes protagonistas sino el combustible a utilizar, el cual, ahora mismo, se presenta como un elemento muy costoso para presentarlo como alternativa para bajar los presupuestos. Este es otro de los temas que se suele debatir con intensidad durante las reuniones.
La mayoría de los proveedores, con Honda y Audi al frente, han manifestado que cualquier cambio en la normativa debería planificarse para 2030 o después debido a que se estaría cortando el desarrollo de unidades de potencia que han demostrado un alto nivel de eficiencia y además gran parte de su tecnología se ha trasladado al mercado comercial. Varios fabricantes permanecen comprometidos con la tecnología híbrida y eléctrica y no estarían interesados en conceder la prioridad a la introducción de biocombustibles desarrollados por poderosas empresas petroquímicas.
Vía Autosport