Es uno de los coches más esperados y con 540 CV corre mucho, pero tiene autonomía para sólo 2 vueltas en Nürburgring
Publicado el 28/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Al Nürburgring-Nordschleife se le llama "El infierno verde" por su dificultad, longitud y el entorno, aunque precisamente por eso mismo también es el paraíso en la tierra para algunos locos. Todo el mundo aspira a hacer mejor tiempo en Nürburgring y en ese grupo ahora se incluye Renault con su coche más radical.
Ya no existen los Renault Sport tal y como los conocíamos, pero la marca del rombo fabricará una versión impresionante del R5 eléctrico. Se llama Renault 5 Turbo 3E y es la versión moderna de los Renault 5 Turbo del siglo pasado. Con sus dos motores eléctricos de 540 CV y un peso bastante ajustado (1.450 kg), en Renault creen que pueden hacer un tiempo interesante en Nürburgring y quieren intentar batir el récord para un eléctrico de tracción trasera. Tendrán que hilar fino en cada intento, porque la autonomía es bastante limitada.
A máxima velocidad, el Renault 5 Turbo 3E puede dar dos vueltas al Nordschleife, según ha confesado Fabrice Cambolive, director general de Renault. O dicho de otro modo: unos 42 kilómetros de autonomía.
Realmente no sabemos si Cambolive se refería a la autonomía total de la batería o al potencial para conseguir un buen tiempo por vuelta antes de que el rendimiento decaiga. Nürburgring es un reto enorme para cualquier coche, pero todavía más para un eléctrico, ya que las aceleraciones y desaceleraciones constantes afectan, y mucho, a la batería. Y aunque no es un coche especialmente pesado, los frenos también sufren de lo lindo. Cabe señalar que, pese a haber puesto casi toda la carne en el asador con este coche, Renault no le ha puesto discos cerámicos.
La parte positiva es que esas dos vueltas pueden servir de mucho. Cuando Hyundai estuvo probando el Ioniq 5 N en Nürburgring, dieron dos vueltas y después estuvieron dos meses haciendo simulaciones por ordenador para optimizar la temperatura de la batería y la potencia de los frenos. El objetivo era afinar al máximo el coche para una ventana de dos vueltas, es decir, un caso parecido al que tiene ahora Renault.