Apple retira 'apps' internacionales en China como WhatsApp y Threads por orden del régimen

Publicado el 19/04/2024 por Diario Tecnología
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La Gran Muralla Digital que separa el ciberespacio chino del resto del mundo se ha vuelto este viernes un poco más alta. Apple ha anunciado hoy la retirada en el App Store local, su servicio para descargar aplicaciones telefónicas, de la plataforma de mensajería WhatsApp y la red social de micropublicaciones Threads, ambas propiedad de la también estadounidense Meta, matriz de Facebook. Esta medida apenas supone, en realidad, la ratificación de un hecho, dado que ambas aplicaciones ya estaban censuradas en el país y por tanto no funcionaban. La plataforma de Apple permitía hasta ahora su descarga, pero el bloqueo de las autoridades chinas imposibilitaba su uso. «La Administración del Ciberespacio de China ordenó el borrado de estas aplicaciones del App Store de China basándose en sus preocupaciones de seguridad nacional », ha explicado la firma tecnológica mediante un comunicado. «Estamos obligados a seguir las leyes de los países donde operamos, incluso cuando no estemos de acuerdo», sentenciaba el texto. Meta, por su parte, no ha emitido respuesta oficial alguna. Noticia Relacionada estandar No TikTok está trabajando en una nueva 'app' que copia a Instagram Rodrigo Alonso La empresa china ha confirmado que está desarrollando una aplicación llamada Notes pensada para que subir fotografías La eliminación no ha afectado solo al negociado de Mark Zuckerberg . Telegram y Signal, sendas plataformas de mensajería encriptada, también ha desaparecido, según han constatado firmas especializadas en el sector como AppMagic o QiMai. Otras aplicaciones occidentales, por contra, permanecen disponibles para la descarga –no operativa, de nuevo–, entre ellas YouTube, X –más conocida como Twitter– u otros productos de Meta como Facebook, Instagram o Messenger. El organismo competente, la susodicha Administración del Ciberespacio de China, ha mantenido el silencio. La sorpresa no ha lugar: un estudio académico publicado en 2013 por varios investigadores de la Universidad de Harvard demostraba con pruebas empíricas cómo una de las cuestiones en las que la censura estatal actuaba con mayor rapidez era... la propia censura. Más de una década atrás Sus hallazgos se remontan más de una década atrás, años en los que la intransigencia del régimen chino no ha hecho sino aumentar en todas las dimensiones, a partir de la llegada al poder de Xi Jinping en 2012. La censura se ha vuelto tan férrea que afecta incluso a medios oficiales. El mes pasado, agentes de policía zarandearon a varios profesionales de la televisión estatal que informaban sobre el terreno de una explosión causante de siete muertos y veintisiete heridos en el condado de Sanhe, a las afueras de Pekín; una irónica lucha entre las fuerzas de seguridad del poder político y su propaganda. Lo sucedido despertó un llamativo debate sobre el derecho a la información en redes sociales chinas. La discusión tuvo lugar en Weibo , una de las plataformas más populares en el país, similar a Twitter. En ella como en el resto, el Gobierno ostenta control absoluto sobre los contenidos y resulta habitual que cualquier publicación relacionada con temas sensibles desaparezca sin rastro de inmediato. Al otro lado del charco Esta maniobra coincide con el redoblamiento de la presión contra TikTok en Estados Unidos . La Cámara de Representantes podría aprobar este mismo fin de semana un segundo proyecto de ley –estratégicamente unido por lógica parlamentaria a la ayuda a Ucrania e Israel– que fuerce una elección entre la ruptura con su empresa matriz, la china ByteDance, o una posible prohibición. Los impulsores de la campaña aseguran que el régimen podría tener acceso a los datos de los 170 millones de usuarios estadounidenses, por lo que la app supondría un riesgo para la seguridad nacional. «EE.UU. se sitúa en el lado opuesto de los principios de competencia leal y de las normas económicas y comerciales internacionales», protestó el Gobierno chino a través del portavoz de su ministerio de Exteriores, Wang Wenbin, cuando el mes pasado la institución estadounidense aprobó el proyecto de ley inicial. «Si se pueden utilizar las llamadas razones de seguridad nacional para reprimir arbitrariamente a empresas excelentes de otros países, entonces no hay equidad ni justicia en absoluto», añadió el representante gubernamental. Elevadas declaraciones desde un país donde las principales redes sociales –Facebook, Twitter, Instagram–, medios de comunicación –entre ellos ABC–, motores de búsqueda como Google, plataformas de mensajería como WhatsApp y otros servicios digitales internacionales como YouTube o Wikipedia están desde hoy, si es que tal cosa es posible, un poco más bloqueados.