La Policía Nacional sobre una de las estafas más novedosas: 'Cuidado si recibes esta videollamada por WhatsApp'

En la era digital actual, aplicaciones como WhatsApp se han convertido en una extensión indispensable de nuestra vida cotidiana. Las utilizamos para comunicarnos con amigos y familiares, para coordinar proyectos laborales, e incluso para realizar transacciones. Su facilidad de uso y ubicuidad la han convertido en la plataforma de mensajería instantánea por excelencia para miles de millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, esta misma popularidad y omnipresencia son un imán para los ciberdelincuentes, quienes constantemente buscan nuevas vías para engañar a los usuarios y aprovecharse de su confianza o desconocimiento. Las estafas en línea no son un fenómeno nuevo, pero su evolución constante, adoptando formas cada vez más sofisticadas y personalizadas, nos obliga a mantenernos siempre alerta. Es en este contexto de amenaza creciente donde la Policía Nacional ha lanzado una advertencia crucial sobre una de las modalidades de estafa más novedosas y potencialmente peligrosas que están circulando a través de videollamadas por WhatsApp. La alerta es clara: "Cuidado si recibes esta videollamada por WhatsApp", un mensaje que subraya la necesidad de extremar la precaución ante una táctica que aprovecha la inmediatez y el aparente carácter personal de una videollamada para ejecutar sus fines maliciosos.

¿En qué consiste esta nueva modalidad de estafa?

La Policía Nacional sobre una de las estafas más novedosas: 'Cuidado si recibes esta videollamada por WhatsApp'

La ingeniería social es la piedra angular de la mayoría de las estafas cibernéticas, y esta nueva modalidad no es una excepción. Los ciberdelincuentes están perfeccionando sus métodos para explotar no solo las vulnerabilidades técnicas, sino, y quizás más importante, las psicológicas. Esta estafa en particular se inicia con una videollamada inesperada a través de WhatsApp. El número que realiza la llamada suele ser desconocido para la víctima, o, en casos más avanzados, podría incluso parecer provenir de un contacto aparentemente familiar (mediante suplantación). Lo que hace que esta estafa sea especialmente insidiosa es que, en el momento en que la víctima responde, la pantalla puede mostrar a una persona desconocida, o en algunos casos, una imagen o video distorsionado o incluso un "deepfake" rudimentario que simula ser alguien conocido.

El objetivo principal de esta videollamada puede variar, pero las intenciones siempre son nefastas. En algunos escenarios, el simple hecho de que el usuario responda y se capte su imagen o su voz podría ser utilizado posteriormente para fines de extorsión, como el conocido "sextortion". Los delincuentes graban fragmentos de la videollamada, incluso si es solo un breve instante, y luego manipulan o sacan de contexto esas imágenes o sonidos para construir una narrativa falsa con la que chantajear a la víctima. Podrían amenazar con difundir esas imágenes a contactos de la víctima si no se paga una suma de dinero. En otras variaciones, la videollamada puede ser una puerta de entrada para un ataque de phishing más elaborado. El interlocutor, con una historia convincente, podría intentar dirigir a la víctima a un enlace malicioso bajo algún pretexto urgente, o incluso solicitar información personal o bancaria con engaños, argumentando alguna supuesta verificación o problema urgente. La inmediatez y la naturaleza visual de la videollamada pueden generar un sentido de urgencia o ansiedad que dificulta el pensamiento crítico y facilita que la víctima caiga en la trampa.

La advertencia de la Policía Nacional: un grito de cautela

La Policía Nacional, a través de sus canales oficiales, especialmente en plataformas como X (anteriormente Twitter) y su página web, ha puesto el foco en esta práctica delictiva. Su advertencia no es casual; responde a un incremento en el número de denuncias o consultas relacionadas con este tipo de incidentes. Los cuerpos de seguridad son los primeros en detectar patrones emergentes en la delincuencia, y cuando emiten una alerta pública, es porque la amenaza es real y merece la máxima atención. La particularidad de esta alerta radica en su especificidad: no se trata de una advertencia genérica sobre estafas en línea, sino de un detalle preciso sobre un vector de ataque que está ganando tracción.

Es fundamental entender que la Policía Nacional no solo busca informar sobre la existencia de la estafa, sino también empoderar a los ciudadanos con el conocimiento necesario para prevenirla. Sus comunicaciones suelen ir acompañadas de consejos prácticos y de la invitación a denunciar cualquier incidente. La eficacia de estas campañas de concienciación radica en su capacidad para llegar al mayor número de personas posible y generar un efecto multiplicador, donde cada individuo informado se convierte en un eslabón más en la cadena de la ciberseguridad. Pueden encontrar más información y consejos directamente en el perfil de la Policía Nacional en X o en su página web oficial. Es un recurso invaluable para mantenerse al día sobre las últimas amenazas.

¿Por qué las videollamadas son un nuevo vector de ataque?

Históricamente, los estafadores se han valido de correos electrónicos (phishing) y mensajes de texto (smishing). Sin embargo, la evolución tecnológica y la sofisticación de los usuarios han llevado a los delincuentes a buscar métodos más directos y, en apariencia, más creíbles. Las videollamadas ofrecen varias ventajas para el estafador:

  • Percepción de autenticidad: Una videollamada, a diferencia de un texto o un correo, simula una interacción en tiempo real con otra persona. Esto puede generar una sensación de autenticidad y confianza que es difícil de replicar con otros medios.
  • Inmediatez y presión: La naturaleza intrusiva de una videollamada genera una sensación de urgencia. La víctima tiene que decidir rápidamente si responder o no, y una vez que lo hace, se encuentra bajo la presión de una interacción en vivo, lo que reduce el tiempo para reflexionar o verificar.
  • Elemento visual: La presencia de una imagen, aunque sea manipulada o distorsionada, añade una capa de realismo. Los ciberdelincuentes pueden usar videos pregrabados, imágenes estáticas, o incluso técnicas de "deepfake" para simular ser otra persona, un familiar, una figura de autoridad o un supuesto "contacto" que genere intriga. Este elemento visual puede ser clave para manipular las emociones de la víctima.
  • Captura de información: Como mencionábamos, una videollamada puede ser utilizada para grabar imágenes o audio de la víctima, material que luego puede ser usado para chantaje.

Personalmente, creo que el salto a las videollamadas demuestra una alarmante capacidad de adaptación por parte de los delincuentes. Ya no solo buscan la brecha técnica, sino que explotan la propia naturaleza humana: nuestra curiosidad, nuestra preocupación por los demás, o incluso nuestro deseo de interactuar. Es un recordatorio de que la línea entre lo virtual y lo real es cada vez más difusa y, para los estafadores, cada vez más explotable.

Tipos de estafas que se pueden derivar de una videollamada sospechosa

Si bien la advertencia inicial de la Policía Nacional se centra en la videollamada como punto de entrada, es importante comprender que esta es solo el inicio. Una vez que el atacante ha logrado establecer contacto o ha obtenido alguna información, las vías de acción se ramifican en diversas modalidades de estafa:

El "sextortion" o extorsión sexual

Este es uno de los resultados más comunes y devastadores de caer en la trampa de una videollamada con un desconocido. Los delincuentes graban en secreto a la víctima durante la llamada, incluso si solo se trata de su rostro o una breve interacción inofensiva. Posteriormente, estas grabaciones se manipulan o se utilizan para amenazar a la víctima con su difusión entre sus contactos o en redes sociales, a menos que se pague una determinada cantidad de dinero. Las consecuencias emocionales y psicológicas para las víctimas de sextortion pueden ser severas, afectando su reputación, su estado de ánimo y su vida personal.

Phishing de información personal o bancaria

Tras la videollamada, el estafador podría intentar llevar a la víctima a una conversación por chat donde, bajo falsos pretextos (por ejemplo, "hemos tenido un problema con tu cuenta", "necesitamos verificar tu identidad", o "has ganado un premio"), le solicitará que haga clic en un enlace fraudulento. Estos enlaces dirigen a páginas web que imitan a bancos, servicios públicos o plataformas populares, con el objetivo de robar credenciales de acceso o datos de tarjetas de crédito.

Engaños de falsa amistad o relación

Algunas de estas videollamadas pueden ser el primer paso en lo que se conoce como "estafas románticas" o "romance scams". El delincuente busca establecer una conexión emocional con la víctima, construyendo una falsa relación a lo largo del tiempo para, finalmente, solicitar dinero bajo pretextos de emergencia, problemas de salud, o viajes necesarios para "encontrarse". La videollamada inicial podría servir para dar una falsa imagen de autenticidad al impostor.

Suplantación de identidad

Mediante la videollamada, el estafador puede recabar información que le permita construir un perfil más completo de la víctima. Esto, combinado con otros datos obtenidos a través de redes sociales o filtraciones anteriores, podría usarse para suplantar la identidad de la persona en otros servicios, desde abrir cuentas fraudulentas hasta solicitar préstamos en su nombre. La información visual o auditiva obtenida de una videollamada, aunque sea breve, puede ser valiosa para este tipo de ataques.

¿Cómo protegerse? Medidas preventivas esenciales

La mejor defensa contra estas estafas es la prevención. Adoptar una serie de hábitos y configuraciones de seguridad puede reducir drásticamente el riesgo de ser víctima:

No respondas llamadas de números desconocidos

Esta es la regla de oro. Si recibes una videollamada de un número que no tienes en tus contactos o que no reconoces, lo más seguro es ignorarla. Si es una llamada legítima de alguien que conoces pero con un número nuevo, te dejarán un mensaje o intentarán contactarte por otro medio.

Verifica la identidad del remitente

Si la llamada proviene de un número que parece conocido, pero la situación te parece extraña, no dudes en verificar. Contacta a esa persona a través de otro medio (una llamada telefónica tradicional, un mensaje de texto a su número habitual, o incluso a través de otra aplicación) para confirmar que realmente intentó contactarte y cuál era el motivo. No utilices el mismo canal de comunicación sospechoso para verificar.

Desconfía de ofertas o situaciones inusitadas

Si la llamada o la posterior interacción te promete algo "demasiado bueno para ser verdad" o te pone en una situación de "urgencia" extrema donde debes actuar sin pensar, desconfía. Los estafadores a menudo apelan a la codicia o al miedo para manipular a sus víctimas.

Configuración de privacidad en WhatsApp

Revisa y ajusta las opciones de privacidad de tu WhatsApp. Puedes configurar quién puede ver tu foto de perfil, tu información de "última vez", o incluso quién puede añadirte a grupos. Aunque WhatsApp no permite restringir específicamente las videollamadas a "solo mis contactos" como en el caso de las llamadas de voz en algunos dispositivos, puedes bloquear los números sospechosos una vez que han intentado contactarte. La protección de tu foto de perfil es crucial, ya que los estafadores a menudo la usan para dar credibilidad a su perfil falso. Puedes encontrar una guía completa sobre las configuraciones de privacidad de WhatsApp en su centro de ayuda.

Educación y concienciación digital

Habla sobre estas amenazas con tu familia y amigos. Cuanta más gente esté informada, menos espacio tendrán los ciberdelincuentes para operar. La concienciación colectiva es una de las herramientas más poderosas contra el cibercrimen. Es descorazonador ver cómo, a pesar de las constantes advertencias, la ingenuidad o la falta de información sigue siendo explotada. Pero creo firmemente que la educación continua es la única vía para construir una comunidad digital más resiliente y segura.

¿Qué hacer si ya has caído en la trampa o has sido víctima?

Ser víctima de una estafa puede ser una experiencia traumática y vergonzosa, pero es crucial actuar con rapidez y decisión.

No entres en pánico

Es normal sentirse abrumado, pero el pánico puede llevar a decisiones precipitadas. Respira hondo y enfócate en los siguientes pasos.

Recopila pruebas

Cada fragmento de información es valioso. Guarda capturas de pantalla de la llamada perdida, del chat, del número de teléfono, o de cualquier otra interacción. Esto será fundamental para la denuncia.

Bloquea y denuncia

Bloquea el número en WhatsApp de inmediato para evitar futuras interacciones. Además, utiliza la función de "Reportar" dentro de la aplicación para notificar a WhatsApp sobre el comportamiento sospechoso.

Contacta a las autoridades

Acude a la Policía Nacional para presentar una denuncia formal. Ellos tienen los recursos y la experiencia para investigar estos delitos. Puedes encontrar información sobre cómo proceder y puntos de atención en la página de denuncia telemática de la Policía Nacional, aunque para estos casos se recomienda la denuncia presencial para aportar todas las pruebas.

Informa a tu entidad bancaria (si aplica)

Si has compartido datos bancarios o has realizado alguna transferencia, contacta inmediatamente con tu banco para informarles de la situación y que tomen las medidas oportunas para proteger tus cuentas.

Busca apoyo psicológico (si es necesario)

El impacto emocional de ser víctima de una estafa, especialmente de sextortion, puede ser muy grande. No dudes en buscar ayuda profesional si sientes que la situación te supera. Hay organizaciones y profesionales especializados en apoyar a víctimas de cibercrimen.

El papel de WhatsApp y la responsabilidad de los usuarios

WhatsApp, como plataforma, invierte considerablemente en seguridad, ofreciendo cifrado de extremo a extremo en sus comunicaciones y herramientas para bloquear y reportar usuarios maliciosos. Sin embargo, ninguna plataforma puede ser completamente infalible frente a la creatividad de los ciberdelincuentes y, sobre todo, frente a la ingeniería social. Es aquí donde entra la responsabilidad del usuario. Mantener la aplicación actualizada, utilizar contraseñas fuertes (si las hubiera en cuentas vinculadas), ser crítico con la información que se recibe y, sobre todo, no compartir información personal o bancaria con desconocidos, son acciones que están en nuestras manos. El Centro de seguridad de WhatsApp ofrece mucha información útil que todos deberíamos consultar.

Reflexión final y la ciberseguridad como pilar diario

Las estafas por videollamada en WhatsApp son un claro ejemplo de la constante evolución del cibercrimen. Lo que hoy parece una técnica novedosa, mañana será superada por otra aún más ingeniosa. Esto subraya una verdad fundamental: la ciberseguridad ya no es una opción o una preocupación exclusiva de expertos en tecnología; es una habilidad vital para todos en la era digital. Cada clic, cada llamada, cada mensaje requiere un filtro de cautela. La vigilancia constante, la educación continua y una dosis saludable de escepticismo son nuestras mejores armas. Es vital entender que la ciberseguridad no es una tarea esporádica, sino una filosofía de vida digital. Mantenerse informado a través de fuentes oficiales como la Policía Nacional o el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) es una inversión invaluable en nuestra tranquilidad y seguridad en línea. La tecnología nos ofrece innumerables ventajas, pero viene acompañada de una responsabilidad compartida para navegar por ella de forma segura.

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