Se han disparado los matrimonios de mujeres japonesas con hombres surcoreanos. Hay una palabra que lo explica: hallyu
Publicado el 20/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
El pasado mes de junio Japón tenía una lección para el mundo tras años de políticas pro-natalidad, aunque una lección muy poco alentadora: seguía cayendo su fertilidad y el número de nacimientos. Por el camino habían pasado todo tipo de propuestas, incluso dinero y marido para mujeres que optaran por el campo en vez de la capital. Sin embargo, lo que pocos podían esperar es que los matrimonios se estén disparando, pero los de japonesas con surcoreanos, y no al revés.
Un auge inesperado. Sí, contaba Nikkei que, en los últimos años, los matrimonios entre mujeres japonesas y hombres surcoreanos han experimentado un crecimiento inédito, con un aumento del 40% solo en el último año, alcanzando su punto más alto en una década.
¿Razones? Al parecer, el fenómeno se enmarca dentro de una tendencia más amplia de matrimonios internacionales en Corea del Sur, que representan alrededor del 10% de todas las uniones, en contraste con la caída general del 30% en el número total de matrimonios en el país durante la última década. Aunque la mayoría de los matrimonios internacionales en Corea son con personas de Vietnam o China, las uniones con japonesas han crecido un 13% entre 2019 y 2024, superando con creces el ritmo de otras nacionalidades.
Esta tendencia se ve impulsada no solo por factores culturales y demográficos, sino también por una transformación simbólica en las relaciones bilaterales, en la que el romance se convierte en una vía inesperada de acercamiento entre dos pueblos históricamente marcados por tensiones.
Hallyu como catalizador. El auge de estos matrimonios tiene su origen, en gran medida, en el fenómeno cultural de la hallyu u "ola coreana", que desde principios de los años 2000 ha transformado radicalmente la percepción que las mujeres japonesas tienen de Corea del Sur. Aquí aparecen fenómenos como el drama televisivo Winter Sonata, emitido en Japón en 2003, punto de partida de una fascinación transgeneracional que hoy se manifiesta en pasiones por el K-pop, el cine coreano y la moda de Seúl.
Para muchas japonesas, el interés comenzó en la adolescencia con las series escolares y los ídolos musicales, y se ha ido transformando en una atracción por el estilo de vida surcoreano en su conjunto. Este proceso ha dado lugar a vínculos afectivos profundos con la cultura coreana, al punto de que mudarse a Corea del Sur y casarse con un nacional se convierte para muchas en una realización personal y cultural, no solo emocional.
Percepciones cruzadas. Plus: tanto las mujeres japonesas como los hombres surcoreanos manifiestan percepciones favorables del otro. Contaba el medio que las japonesas valoran que los coreanos expresan su afecto con mayor intensidad, son más atentos y cercanos emocionalmente, mantienen contacto frecuente por teléfono y sorprenden con detalles.
Los hombres surcoreanos, por su parte, ven en las mujeres japonesas a personas educadas, dedicadas, discretas y con un fuerte sentido del deber familiar. A pesar de las diferencias culturales, ambas partes parecen encontrar en el otro una versión idealizada de lo que no hallan en su propio país. Estas opiniones surgen no solo de entrevistas personales, sino, según Nikkei, también de asesorías matrimoniales y muestras palpables en redes sociales, donde abundan testimonios y publicaciones de parejas felices que retratan su vida conjunta.
Nuevo romance globalizado. Hay mucho más, ya que al calor de esta tendencia han surgido servicios especializados que facilitan estas uniones. Aplicaciones para emparejar japonesas con surcoreanos, juegos online, redes sociales y agencias matrimoniales han convertido lo que antes era un cruce ocasional en una vía cada vez más común.
Hanny Marriage, por ejemplo, es una empresa fundada en 2024 por una japonesa casada con un surcoreano que conoció en intercambios de idiomas, y que detectó una creciente demanda de hombres surcoreanos interesados en casarse con mujeres japonesas. La experiencia previa de agencias religiosas como la Iglesia de la Unificación en las décadas de 1980 y 1990 se ha sustituido por formas más modernas, mediadas por la tecnología y por iniciativas empresariales con sensibilidad cultural.
Historia con raíces profundas. El intercambio matrimonial entre Japón y Corea del Sur tiene antecedentes históricos complejos, desde los matrimonios de coreanas con japoneses en tiempos de auge económico japonés, hasta las bodas en grupo organizadas por sectas religiosas. Dicho esto, lo que distingue al fenómeno actual es su carácter voluntario, individualizado y mediado por la cultura pop.
Lo que comenzó como admiración por ídolos y dramas se ha transformado en una ola de conexiones humanas que derriban antiguas barreras. La presencia de reality shows como Premarital Love, donde vemos citas grupales entre hombres coreanos y mujeres japonesas, es una muestra más de cómo este tipo de relación ya no solo es aceptada, sino celebrada e incluso comercialmente impulsada.
En un contexto donde la demografía y la caída de matrimonios preocupan a ambos países, estas uniones representan un inesperado rayo de esperanza, tanto para quienes buscan pareja como para quienes desean que la historia entre Japón y Corea avance en un tono más optimista.
Imagen | Cambodia
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