Italia tiene un objetivo: que en la Luna se coma risotto. Y ya investigan un arroz superenano y con más proteínas

Publicado el 20/07/2025 por Diario Tecnología
Artículo original

Italia tiene un objetivo: que en la Luna se coma risotto. Y ya investigan un arroz superenano y con más proteínas

Seguimos teniendo la colonización de los cuerpos que nos rodean entre ceja y ceja. Durante un tiempo, Marte se convirtió en el “destino manifiesto” de Estados Unidos, pero la Luna ha vuelto al primer puesto de la colonización extraterrestre. Es la razón de ser de la misión Artemis, y es evidente que la Luna tiene mucho que ofrecer en forma de minerales y energía. Pero para poder establecernos en el satélite, hay un paso fundamental: cultivar comida en la Luna.

Y ahora Italia ha presentado el ingrediente principal de la comida en la Luna: el arroz.

Agricultores espaciales. La NASA quiere volver a la Luna, Europa y Rusia también. Y China está haciendo grandes avances. Y algo que todas las naciones están explorando es cómo cultivar en el suelo lunar, desde potencial alimento hasta tabaco, como está explorando China. El suelo lunar es hostil debido a que no hay nutrientes, por lo que en el pasado hemos experimentado con lombrices y hongos para que hagan el primer trabajo de fertilización.

La idea es hacer que el regolito, algo muy valioso para crear materiales y elemento protagonista del suelo lunar, sea más fértil, pero mientras encontramos la manera, desde la Agencia Espacial Italiana (ASI) han tenido otra idea: crear variedades de arroz enano mediante edición genética para crecer en las condiciones de la Luna.

Miniarrocera. La iniciativa liderada por el organismo italiano implica una investigación conjunta con universidades como la de Milán, la de Roma Sapienza y la de Nápoles Federico II, y el objetivo es desarrollar una variedad de arroz superenano que crezca en condiciones de microgravedad, así como en espacios extremadamente reducidos como los que puedan darse en las bases lunares.

La idea es maximizar la producción en un espacio extremadamente angosto, y por eso lo que buscan es reducir todo lo posible el tamaño de la planta sin afectar a la cantidad de arroz que puede dar. Una planta de arroz puede alcanzar alturas de entre 70 y 150 centímetros, pero el objetivo de la investigación es que el tamaño máximo de esas plantas lunares sea de unos 10 centímetros.

Superarroz. Más allá de lograr un tamaño muy compacto, el proyecto busca modificar la genética de la planta para que el arroz resultante sea más nutritivo que el que tenemos en la Tierra. Por ejemplo, que cuente con un aporte proteico superior, algo de lo que adolece el arroz “normal”.

moon rice Muestras de este miniarroz

Difícil. Para este proyecto bautizado como ‘Moon-Rice’, cada uno de los centros se ocupa de una tarea. La Universidad de Milán aísla variedades mutantes con enanismo; la Universidad de Roma identifica los mejores genes para lograr el máximo rendimiento a pesar del tamaño y la de Nápoles aporta su experiencia en cultivos espaciales (como el proyecto MELiSSA de la ESA, que simula ecosistemas cerrados para reciclar aire y agua en misiones de larga duración).

Pero, aunque ya se han identificado candidatos prometedores para modificar, como la variedad japonesa enana kozonosumika, esta miniaturización presenta múltiples desafíos. Alterar la giberelina de la planta (la hormona vegetal que permite regular la altura) también puede afectar a la producción, siendo ese equilibrio entre el enanismo y la máxima productividad el equilibrio tan delicado que hay que gestionar en el laboratorio.

Aplicaciones terrestres. Como tantas veces ocurre cuando se desarrolla o explora una tecnología para uso lunar, también vemos potencial para el uso dentro de la atmósfera. Por ejemplo, desarrollar un arroz que ocupe poco espacio, que sea más nutritivo y más resistente que el habitual, puede ser útil tanto para la agricultura urbana como, sobre todo, para el desarrollo de cultivos en zonas áridas de la Tierra.

Y, más allá de este Moon-Rice que está en fases iniciales, es evidente que Italia se está tomando en serio la exploración lunar. Como miembro de la ESA, la ASI está colaborando con otras agencias que también tienen interés en el satélite. Un ejemplo es el interés en el Centro Espacial Mohammed Bin Rashid de los Emiratos Árabes Unidos para fomentar la exploración en la Luna, pero también un contrato con el fabricante de satélites Thales Alenia Space para desarrollar un módulo de habitabilidad para operar en la base lunar como parte del programa Artemis.

Sólo queda esperar a ver si, en ese módulo lunar de Italia, el risotto es el plato principal. Y, quién sabe, más allá de ser fuente de alimento, que los 'habitantes' de la Luna vean verde puede tener efectos positivos en su salud mental durante misiones de larga duración.

Imágenes | Universidad de Milán, ESA

En Xataka | A la gran pregunta sobre qué demonios hay en la cara oculta de la Luna, China acaba de dar las primeras respuestas

utm_campaign=20_Jul_2025"> Alejandro Alcolea .