E.T. debía de andar como un borracho y Spielberg resolvió la escena con un truco de lo más ingenioso y humano

Publicado el 20/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original

Algunas películas son para verlas una y otra vez y son de las que saben cómo atraparte en cada uno de sus visionados. Sin duda, E.T. es una de esas obras que cualquiera que la haya visto la retiene en su memoria, como algunas de sus escenas más recordadas y emblemáticas, entre las que se encuentra aquella en la que el simpático extraterrestre se queda solo en casa.

Es entonces cuando se dedica a explorar las habitaciones y termina yendo a parar a la nevera, donde no se corta ni un pelo y comienza a beber sin parar, terminando completamente borracho por accidente. Mientras tanto, debido a la conexión que mantiene con Elliott, este experimenta los mismos efectos del alcohol desde la escuela, lo que provoca que su actitud sea demasiado peculiar.

Y es que E.T. no para de tambalearse, se pega un guarrazo contra el suelo y encima hace gala de un andar demasiado torpe que es fácil pensar que se logró utilizando una máquina, pero la historia real es mucho más humana. Eso se debe a un truco sorprendente e inesperado que se le ocurrió a Steven Spielberg, ya que el cineasta recurrió a una solución en la que la tecnología no tuviera nada que ver, así que eso le llevó a contratar a un niño de 12 años llamado Matthew De Meritt.

El motivo se debe a que el pequeño nació sin piernas, así que el traje de E.T. le quedaba perfecto debido a la situación de su cuerpo. De esta forma, se dedicaba a andar por el suelo empleando únicamente sus manos y guiándose por unas rendijas diminutas que estaban situadas en el pecho del muñeco, lo que permitió mostrar a nuestro entrañable alienígena plenamente borracho y pareciendo muy auténtico.

Un ejemplo perfecto de que con la creatividad suficiente se puede lograr lo que cualquiera decida plantearse. Eso no quita que los movimientos de E.T. se controlasen con animatrónica de aquella generación, pero esa escena solo fue posible gracias al maravilloso trabajo de este jovencísimo actor que logró brindar a E.T. unos movimientos más torpes y más naturales de lo normal.

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